Tomarse el tiempo para aprender a usar su horno de manera más eficiente puede ayudarlo a mejorar su rendimiento, ahorrar energía y, por lo tanto, también ahorrar dinero. El horno, un electrodoméstico infrautilizado, a menudo se pasa por alto cuando se trata de eficiencia energética. Sin embargo, hay una serie de pasos simples que puede seguir para asegurarse de que consuma la menor cantidad de energía posible, además de utilizarla de manera óptima para mejorar el sabor también. Los siguientes consejos lo ayudarán a sacar más provecho de su horno sin sacrificar el sabor ni su bolsillo:
Utilizar la temperatura adecuada
El primer paso para ahorrar energía al cocinar es utilizar la temperatura adecuada. La temperatura del horno se mide en grados Celsius, no en la escala Fahrenheit que se utiliza para medir la temperatura ambiente. En general, cuanto más alta sea la temperatura, menos tiempo se tarda en cocinar. Sin embargo, las temperaturas más altas también utilizarán más energía para cocinar. Por ejemplo, si está horneando un pastel, una temperatura de 160 grados Celsius lo cocinará en aproximadamente la mitad de tiempo (y energía) que una temperatura de 180 grados Celsius.
Si sabe que tiene poco tiempo, o quiere asegurarse de que los alimentos se cocinan bien, puede acortar el tiempo de precalentamiento con la ayuda de los temporizadores incorporados al horno. Esto puede ayudarle a ahorrar energía al llevar el aparato a la temperatura más rápidamente, así como a evitar el exceso de cocción al llevar los alimentos a la temperatura adecuada lo antes posible.
Esto es especialmente útil si está utilizando un horno convencional en lugar de un horno de convección, que llevará los alimentos a la temperatura adecuada más rápidamente independientemente del tiempo de precalentamiento. Ante la duda sobre qué temperatura utilizar, siempre es útil comprar hornos de calidad y trayectoria, como los Hornos Siemens, que tienen esta información claramente explicada en sus instrucciones.
Cocine sólo lo que necesite
Otra forma sencilla de ahorrar energía al cocinar es asegurarse de que sólo se cocina lo que se necesita. Esto puede parecer de sentido común, pero la mejor manera de ahorrar energía es evitar encender el horno si no es necesario. Por ejemplo, si sólo vas a cocinar un par de raciones de verduras, es mejor que las cocines al vapor que en el horno. Esto puede llevar un poco más de tiempo, pero consumirá mucha menos energía que poner el horno a cocer.
Del mismo modo, si vas a asar un trozo grande de carne, asegúrate de que cocinas lo suficiente para alimentar a toda tu familia, así como a los amigos o familiares que se pasen por allí. Se calcula que hasta un tercio de la energía utilizada para asar una pieza grande de carne se pierde cuando se abre la puerta del horno para sacar la carne.
Esto significa que si sólo se cocina para dos personas, se pierden dos tercios de la energía que se utilizó para cocinar la carne.
Acortar el tiempo de precalentamiento
Otra forma sencilla de reducir la cantidad de energía que utiliza tu horno es acortar el tiempo de precalentamiento. La mayoría de los hornos tienen un ajuste «e» o «ec» o una opción de «cocción rápida» que utiliza menos energía que el tiempo de precalentamiento estándar. Si utiliza un horno convencional, también puede acortar el tiempo de precalentamiento colocando los alimentos lo más cerca posible de la resistencia. El elemento estará más cerca de la parte inferior que de la superior del horno, por lo que colocar los alimentos en las rejillas inferiores hará que alcancen la temperatura adecuada más rápidamente.
Mantenga su horno limpio
Mantener su horno limpio no sólo le ayudará a sacar más provecho de su aparato en términos de eficiencia energética, sino que también mejorará el sabor de sus alimentos, así como su apariencia. Un horno más limpio significa que los elementos del interior alcanzan una temperatura más consistente, y estas temperaturas se distribuirán más uniformemente por todo el horno.
Esto significa que, por ejemplo, los bordes de sus pasteles estarán tan bien cocidos como el centro. Esta temperatura constante también ayudará a reducir el riesgo de que se quemen los alimentos en el fondo del horno, lo que puede reducir la eficiencia de su aparato, además de aumentar la necesidad de limpieza. Los hornos más limpios también ayudarán a reducir el riesgo de contaminación de los alimentos, que puede provocar enfermedades.
Ahorrar energía con el ehorno: apaguelo cuando no lo utilice
Una de las formas más sencillas de reducir el consumo de energía y, a su vez, ahorrar dinero, es apagar el horno cuando no se utiliza. Esto puede ser más fácil de decir que de hacer, especialmente si cocinas para un grupo grande de personas, ya que puedes entrar y salir del horno varias veces en el transcurso de la noche.
Una forma de asegurarte de que te acuerdas de apagar el horno es utilizar un temporizador. Ajusta el temporizador a 15 o 20 minutos antes de que creas que vas a terminar la última sesión de cocción. Esto le dará suficiente tiempo para completar sus tareas, y entonces podrá ir a apagar el horno.
Otra opción es mantener un temporizador (o un reloj con función de cronómetro) junto al horno. Esto también puede ayudarle a ser más consciente del tiempo que tarda en cocinar cada plato, y evitar que se queme la comida.
Conclusión
Si sigues estos consejos, no sólo podrás ahorrar energía en tu casa, sino que también podrás ahorrar dinero en tu factura energética. Siguiendo estos consejos, utilizarás tu horno de forma más eficiente, lo que reducirá tu consumo de energía. Esto significa que gastará menos dinero en su factura de energía, lo que puede ayudarle a ahorrar dinero a largo plazo.
Si quieres empezar a ahorrar dinero con tus facturas de energía, todo lo que tienes que hacer es seguir estos consejos y podrás reducir tu consumo de energía. Esto te permitirá ahorrar dinero a largo plazo y te ayudará a llevar un estilo de vida más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.